domingo, 25 de marzo de 2012

MUERTE ANUNCIADA


Hoy el reflejo de la luna
ya no alumbra su mirada,
al firmamento de las estrellas
se lo ha tragado la nada.

El grito de la furia absurda
ha atravesado su alma,
  el mar se tiñó de sangre
ahogando sus entrañas.

La oscuridad se apropió
de la luz que la alimentaba,
 su voz avivó los estigmas
que su cuerpo albergaba.

Los latidos se hicieron débiles,
en ese corazón que tanto lo amaba,
 la tristeza hizo que enmudeciera
el canto de la sirena enamorada.

La muerte se postró ante sus pies
arrancando sin piedad su alma,
su cuerpo inerte yace ya sin vida
entre  arena y  algas.

Su eternidad se esfumó de dolor,
 el amor llegó tarde a salvarla.
Él entre sus brazos la estrechó
con la pasión que ella tanto ansiaba.

De luto se vistieron las aguas
en aquella amarga mañana,
ya no se escucha su canto,

llegó su muerte anunciada.