Nos les valió
de nada esconderse.
El destino
cuando quiere encontrarte,
te encuentra.
Aunque tenga que emprender
un viaje simultáneo,
donde el pasado se camufla
de un hoy embustero
que no reniega jamás de su cargo.
Atraviesa monigotes desvalidos
equívocadamente ilusionados
y aunque parezca despiadado,
se apiada.
Despiertas en plena autopsia
a corazón abierto
y te tragas mariposas
sobrevivientes a más de una primavera.
A ellos,
los encontró desnudos
entre algunos versos sin autoría,
resistiéndose a una muerte segura
y de un sabor
puede decirse, más que amargo.
Apocalíptico,
el día después que sus besos
supieron debían
abandonar aquellos labios.
Desventurados en una tierra inhóspita
casi al borde de lo inocuo
les llegó su hora.
Pero también hubo un antes,
siempre los hay,
ahí se hincharon de miradas
tras los montes de clausura,
que los supo mantener a salvo.
Si buscamos un culpable,
digamos que, a este,
lo rompió el azar.
Y sí, es cierto,
el amor no caduca,
pero puede que desde siempre
tenga sus días contados.
Autora:Mariana Regueiro. Ariel
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Creado a partir de la obra en https://vuelvoamimar.blogspot.com.es/2018/02/el-dia-despues.html.
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