sábado, 30 de mayo de 2015

BAJO EL MUÉRDAGO DE MI VIENTRE



Besé bajo el muérdago la ausencia de tu nombre, 

nombre que no trae la remembranza de lo escrito.

Escrito por los mismos senderos de los tiempos,

tiempos que se sumieron en la gota del averno.

Averno de complacencia que amordazó al sotavento,

sotavento de un perfume  que menguó un frío intenso.

Intenso declamó tu voz en los altares de mi templo,

templo que se edificó en el verbo del cuarzo de arena.

Arena que varó en los ojos que hoy te buscan en quimera, 

quimera que se abraza en la toga  de la muda garganta .

Garganta que  abrió sus venas al  cauce de aquel mar rojo,

rojo se hizo el verbo en las perlas  clandestinas de su fuego .

Fuego que se sirvió en el cáliz para beber los secretos,

secretos bajo el Louvre  de su estirpe de sangre azul.

Azul de la mirada que  me transporta  entre dos mundos, 

mundos a años luz que habitan  en el monasterio de mi vientre. 

Vientre que alumbra a sus entrañas , bajo el muérdago donde lo besé .


Autora : Ariel