martes, 11 de junio de 2019

EL BANCO




¿Acaso tú no tienes un lugar favorito?


Un banco en medio de un camino de árboles
puede ser también el de él.


Y ahí me hallé,
sentada en la inmensidad
bajo un cielo azul oscuro,
donde el silencio habla en todos sus idiomas
y trae consigo esa brisa cálida
que siempre te anuncia.


A mi derecha,
el de tantos nombres
y el de ninguno,
mi todo,
poeta soberano de la vida.
Que perdure la noche por siempre
deseé,
con una calada de humo compartida.


De lado una sonrisa que asoma,
dejando que el asombro disfrute
lo insano y cómodo,
que puede ser también
un instante de esos en la perfección.
Los milagros más grandes
comienzan en los ojos,
ahí donde se lloran las penas del mundo
y se curan las almas.


De los suyos,
una lágrima de amor.
Útero de cristal,
que nos hizo latido gemelo,
en las aguas saladas de su sagrada escritura.


Bienvenido sea tu nombre
al lado izquierdo,
aunque el claro común de mi mano
te encuentre siempre distraído,
hermano.


Lloremos…


Que mejor que un padre
para llorar las penas de sus hijos,
que, aunque todo poderoso
no pueda evitarlas,
pero sí que bien sabe acompañarlas
bajo el grito de un búho
que canta tres veces “Santo”.


A los ángeles
no siempre se le ven sus alas,
no se regala aquello que antes
de todos los tiempos se otorga
y siendo invisibles a lo aparente
vierten cosquillas sobre sus espaldas.


¿Ser más humanos o más ángeles?,
me pregunto.


Lo mío siempre ha sido volar,
hasta en la inmensidad de ese mar
del que provengo.
Pero lo que dispones
sin comprender,
lo obedezco.
Para eso,
me regalas tu más preciada colección de sueños
y entonces es cuando
vuelo.


Sólo vuelo,
¡Dios, sí que vuelo!


Te sigo rezando sobre tu frente,
“Padre mío, Padre nuestro”
Ya no llores,
descuida,
lo que deba de ser será
y lo acepto.

Me quedo con el recuerdo 
de tu risa sin sexo,
tu mano en mi hombro,
te quiero…

Sé que sigues aquí,
conmigo,
yo te siento.

Autora:Mariana Regueiro.Ariel
Licencia de Creative Commons
El banco by Mariana Regueiro.Ariel is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional License.
Creado a partir de la obra en https://vuelvoamimar.blogspot.com/2019/06/el-banco.html.

Este poema esta basado en un hecho tan real 
como todo lo que sucede en mi vida .




jueves, 6 de junio de 2019

CATALEPSIA



Imagen extraída de internet 



Dista de ser amor,
lo dicen tus ojos
aunque no me dejes verlos.
No sé si fue traición
o sólo un infortunio,
pero en primavera los colores muertos
se conocen a primera luz del alba.
Cuál de los dos delinquió
nadie puede saberlo,
puede que fueran ambos
y ni siquiera lo supieran.
Bajo la piel brotan
los augurios de una tormenta.
¿Dónde podrían esconderse los pájaros
mejor que en un corazón abandonado?               
Pero lo que está claro,
es que lleva desde su infancia
el recuerdo bajo aquel alero viejo
que bien sabía presagiar su fortuna.
Dista de ser amor,
aunque sé que refutará en sueños.
Cruje el pecho,
cómo no conocer sus propias pisadas
intentando huir sin ser visto.
No es cobardía,
sino visionario de un destino que agoniza
y en su desesperación por no dejar de latir,
implora.
¡Se muere!
Cantan las golondrinas al caer la tarde,
sin embargo,
olvidan su dolor con el primer rayo.
Por cobardes los señalan,
no saben que el amor
puede ser la más dulce condena,
pero el desamor
su más amargo reflejo.
Aunque nadie pueda negar sea parte del mismo
y aún sin serlo,
lo sigue siendo.
El amor duerme
hasta que un beso lo despierta.
Algunos tardan trescientos años,
el mío,
lo que tardes tú en volver a mis labios.

Autora: Mariana Regueiro.R. Ariel