Antes de dejar de quererte,
prometo olvidar la ruta de empedrado
que glorificaba todas mis amapolas.
Nunca sentí tan distante la lluvia
tras esos ojos opacos,
pero no pude negarlo
y entonces naufragó una grieta
entre tu nombre y el mío.
Despertar ahora es un loco disturbio,
conmueve,
despoja
y a la vez libera.
Mis dedos chispean conjuros,
nada que mi pecho no consienta.
La tercer esquirla punzante
de esta mi casa,
vence el cimiento de cada rayo
que orillaba tu infiel figura.
Así y todo,
te concedo la palabra
antes de dejar
que enmudezcan tus recuerdos.
Penarás la ausencia
de aquel primogénito latido,
cantará el gallo tres veces
y abriré mis alas.
Bailaré descalza
entre pétalos de embrujo,
rojos tan rojos,
que arderán tus venas
mientras me sangras.
No temas,
antes de dejar de quererte
habrá vida en la luna
y serán tan lunáticos
como aquellas risas que una vez
nos dedicamos.
Ahora sé,
que desde allí me despediré,
pero no antes de cerciorarme
que todas las nubes
sean comunión de mi silueta
y cuando logres verme llover,
sepas cuan diferente
se ven ahora mis ojos
sin ti.
Antes de dejar de quererte
cuarenta monedas de oro
girarán su cara ,
te leerán la fortuna
mientras que un pájaro
canta hasta que muere.
Quién sabe si fui quien era
antes de aquel viejo abrazo
o simplemente me creaste
sólo para resucitarme
de entre mis sombras.
Ciertamente mis faldas
ahogarán mis huellas
y cuando despiertes flotará
el último aliento de aquel perfume
que asfixiabas.
No es castigo sino justicia,
de una piel que quizás se sintió
remotamente enamorada.
Ahora si,
antes de dejar de quererte
leeré las líneas que lloran tus manos ,
serán las primeras
que luzca mi pelo
cuando amanezca de ti
por siempre lejana.
Autora:Mariana R. Regueiro. Ariel
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Creado a partir de la obra en https://vuelvoamimar.blogspot.com/2018/11/luna-gitana.html.
Que hermoso escribes mi niña, abrazos
ResponderEliminarMuchísimas gracias mi querido Kin , te abrazo con mucho cariño
Eliminar...y entonces naufragó una grieta entre tu nombre y el mío.
ResponderEliminar...y cuando despiertes flotará
el último aliento de aquel perfume
que asfixiaba.
No es castigo si no justifica,
de una piel que quizás se sintió
remotamente enamorada.
¡Un toque de nostalgia en la resignación, con exceso de belleza expresiva! La pena y desenfado de saber perdido lo que nunca se poseyó.
¡Abrazos para tí, y tus preciosas letras!