lunes, 19 de octubre de 2020

Oquedad




                                                          Imagen extraída de internet 


Saqué de un saquito de gasa

el tiempo más preciado

que tenía guardadito,

junto a los colores

que suelo usar para pintar el cielo,

el brillito que a veces le regalo a la luna

cuando está apagadita

y las gotitas de rocío

que me piden las flores

cuando están de antojo.

Usé la receta de mi abuela

para hacer miguitas

y con mucho cuidado

fui dejando un caminito

como el de Hansel y Gretel.

Me senté a esperar sin tiempo,

porque todo el que tenía

lo di al invierno más lejano

para que llegara algún día

a ser primavera.

Hecha un bollito

me anudé los dedos,

dejando al silencio sentarse

en mis piernas

y me hice tan chiquitita

como pulgarcita debajo de su seta.

El invierno,

parecía ser el más largo de todos,

tanto así,

que mis latidos se apagaban lentamente,

mi piel  ajada por tantos vientos 

iba marchitándose

y mis ojos no supieron ya de ningún brillo.

No sé en qué momento las miguitas

se hicieron hojarasca

y se volaron a otros senderos.

ya no recuerdo,

que me llevo hasta ahí,

ni dónde fue que me convertí en destiempo.

Sólo sé que cada tanto baja el cielo

y pinta mi pelo,

la luna me espolvorea con un brillo que me

suena a algún lejano recuerdo

y unas flores pequeñitas

bailan a mi alrededor,

mojando mis ojos

con gotitas de un rocío

de algún olvidado reflejo.

No sé,

no sé que hago aquí.

Pero algo me dice

que era importante

y aquí me quedo sentada sola

esperando desaparecer.

Autora: Mariana Regueiro. Ariel Licencia de Creative Commons
Oquedad by Mariana Regueiro.Ariel is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-CompartirIgual 4.0 Internacional License.
Creado a partir de la obra en https://vuelvoamimar.blogspot.com/2020/10/oquedad.html.



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