Vuelvo a la casa de los recuerdos
Con los espíritus arrastrando mi sombra.
Caricias hurtadas lamiéndose entre sueños
Donde marcan mis versos marchitas amapolas.
Guarecieron las penas en la estación de la melancolía,
Acordes en arpegio entre tu noche y mi día.
Desde antes de pensarte mi alma ya era poeta,
Mojando mi pluma en la tinta de mi sangre muerta.
Mientras por el ojo se hilvanaba el hilo de la vida
Desojando el amor, la hojarasca en sepia me cubría.
En el regazo de un chopo la risa se quedaba dormida.
Primeras lágrimas de lluvia se embalsamaban en resina.
Naciendo el principio donde es el final el que perece,
Las arrugas de la tristeza bajo la corteza, se hacían perennes .
Mis venas en rama acompañaban en su baile al viento,
Y la tibieza, aún en el cuerpo , bostezaba el sentimiento.
Emigraban las golondrinas con mis anhelos,
Anidando en tu pecho cuanto yo te quiero.
No hay primavera sin otoño ni muerte sin vida.
Equinoccio entre tu alma y la que ya no es mía.
Derechos reservados de autor
Autora: Ariel
mientras la hojas caian
ResponderEliminary el sonido del corazon
llegaba a la patria de Dios
el final anunciaba su principio
y el principio anunciaba su final
en una sola palabra se resumia
la melancolia del tiempo
en una eternidad sin vientos
para cambiar del verano al otoño
para escribierse la historia
de una gran obra: Equinoccio de otoño
Hermoso poema Ariel
merecido el premio que de hecho no es ni sera el primero
te admira y quiere...jorge
Gracias Jorge porque siempre acompañas mis letras con la tinta de tu corazón ,,, Te quiere . Ariel
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