jueves, 27 de noviembre de 2014

OJOS DE ARENA , BOCA DE SAL

Anoche caminé descalza por la orilla de tu playa.
Siguiendo las huellas, que me dejó marcada tu fragancia.
Mi pecho cabalgó  sobre las crines de mi aura
Al sentir tu voz, que entre sueños me llamaba.
No hubo cerrojos ni ventanas, para mi cerradas
Y me hallé desnuda, temblando, con mi piel aún mojada.
Mis ojos de arena en la oscuridad te palpaban
Y sin poder verte, mis lágrimas te imaginaban
Sé que en el amparo de tus brazos caí enamorada,
Mientras tus dedos mi pelo enredado por el viento peinaban.
Quedando la timidez de mis senos al descubierto de tu mirada,
Una cálida luz sonrojaba con su matiz mi cara difuminada.
Era el fragor que emanaba de tu sonrisa ilusionada.
Por la cornisa de mi boca de sal, tus besos me acariciaban,
Amándome tus ‘te quiero’ cuando el mundo solo callaba.
En un giro delicado, el sin fin de mi cintura se mareaba.
Venerando en mi cuello con un suspiro tu ternura
En puntas de pie, tu sudor con el mío bailaban.
Mientras la miel con tu tacto se derramaba.
De la constelación de mis lunares en cada puerto arribabas,
Hasta mis tres marías, donde eras tú quien me colonizaba.
Siendo tu lengua peregrina la que por mis hangares divagaba,
Tendida la morbidez de mis gemidos, al éxtasis se alaban.
Para llenar por siempre los vacíos de las noches entre tus sábanas.
Ojos de arena, boca de sal, de tus sueños eternamente se adueñaban. 
Autora:Ariel 

Licencia de Creative Commons


LEYENDA DE UN AMOR .Letra y montaje de vídeo Ariel


Hurto de Libertad de Kike Gómez Saavedra . Montaje de vídeo : Ariel (Poema ganador del 1er Certamen Poético de Mar de Poesía en Facebook)


lunes, 24 de noviembre de 2014

TRECE MARIPOSAS TORNASOL



Tras los pedales de una máquina de coser se gestaba en mi vientre,
Semilla del verde de la vida brotaba su inocencia en un nuevo amanecer.
Pechos secos de otros labios, se humedecían en el sabor del milagro
Derramando la pureza de sus ríos, para impregnarte de mí ser.
Sus ojitos pintaban el color de la esperanza en un puente a la tristeza,
Danzando las miradas, en  las nueve lunas que su nana cantaban.
En los brazos de la ternura, se acunaba la aurora en campos de algodón,
Oliendo a los azahares de la piel de tu blanco candor.
El beso de un ángel se quedo dormido entre los genes de tu  rostro,
Marcando de miel el ave maría, de un gloria en la lira de tu tez.
Manecitas de lino, tocaban  las teclas del piano del corazón,
Balbuceando la balada de un sentimiento a los pies del amor.
Y en la cuna se arroparon los recuerdos entre pétalos de gardenias en flor,
Aleteando en el claro de tu sonrisa, trece mariposas de color tornasol.
Autora : Ariel 

Te ama mamá .

domingo, 23 de noviembre de 2014

Encuentro Poético y Musical de la Asociación Aires de Libertad , en Valencia Alzira . Diseño del cartel: Ariel


MUERTO EL POETA EN SU POESÍA


La pluma se perdió en el punto del final de una poesía
Quedando entre los versos palabras que no fueron escritas.
Entristecidos los sonetos , se arrodillaron en una plegaria vacía
Muriendo un poeta en alas de la melancolía.

Yermos oscuros  bramaron en los cielos haciéndole compañía
Dejando un tintero seco , por las falacias prometidas
Huérfana la ignorancia deambula aturdida
Desquiciada del lastre  que la lleva a su propia agonía.

Escudriñando la humedad entre los sueños de una rima
Lastimosa la lengua en el mármol , la piedad la compadecía.
Recitaron su obra entre los claustros de su cripta
Oliendo a desamores sus coronas ya marchitas.

Fúnebre la marcha  en su métrica su razón perdía 
Arañando las piedras , con la sangre su epitafio escribía.
Lapidaba el silencio  mientras la memoria se quedaba dormida
Una cala se acostaba en su lecho y en su amor yacía.

Se resecaban las hojas del libro de una vida asida
Velando por el olvido , en horas mustias  de miradas perdidas.
La parca por última vez sus poemas en rezo de vientos  le leía
Y en puñados de su polvo lo sepultaba su propia poesía.

Autora: Ariel

EL ÁRBOL DE LA VIDA


Del pico del pájaro errante soy semilla inerte en vuelo,
Vuelo en caída estrepitosa a la simiente de la tierra.
Tierra que me recibe en su seno surcando mi memoria,
Memoria que refresca la frescura de aquella gota .
Gota absorbida por su centro , que se hace agua  en mi boca,
Boca que en su palabra se enraíza , en el rito que evoca.
Evoca una danza al cielo y con los hilos del sol brota.
Brota en tronco tierno , con el brío verde que me trastoca.
Trastoca el sotavento una caricia en el rostro  de mis hojas,
Hojas que se enlazan entre ramas , invadiendo los sueños que me tocan.
Tocan los ángeles sus arpas ,columpiándose en la sinfonía que el viento sopla.
Sopla el espíritu del ancestro  sentimientos que en ti  denotan,
Denotan sus palabras en tu corazón haciendo frondosa su copa.
Copa embebida de halo celestial, que se extiende dando cobijo en su sombra,
Sombra del que mecen los adornos de la creación  de su fruta roja.
Roja es la llama que el manto de su savia la vida reclama,
Reclama a los rayos de la luna  , el canto de un hada melancólica.
Melancólica se zambulle la luna en la copa ,hojas , ramas y en la raíz explota;
Explota el amor en el árbol de la vida  que en tu alma se forja .
Forja un nido para aquel pájaro , que cambió mi destino  con su boca.

Autora : Ariel 

sábado, 8 de noviembre de 2014

ENTRE LA AURORA Y ORIÓN


Corazón empecinado que buscaba sin vigilia,
entre arlequines moribundos un sollozo frustrado.
Retrasaba el sol su salida, mientras la luna tras el monte se escondía,
cantaba la aurora bajito, mientras las puertas del cielo se abrían.
Sonrosados  dedos,  doblaban las olas del océano azulado,
nostálgica la tiara  bendecida con la pluma de un pájaro  ufano.
A ciegas el cinturón de Orión caminaba por sus aguas,
mientras ella con su toga de rosario al logo le oraba.
Entre granos de arena, se volaba la pena en la nebulosa del engaño,
desgarrando el pecho el inframundo se sentaba a esperarlo.
En carro de fuego viajaba su amor exultante,
como si fuera su arte esquivar al maldito destino.
Se alineaban los planetas en el bordado de su vestido
y de sus lágrimas las perlas se hicieron estrellas al borde del camino.
Mientras el mundo a oscuras rodaba sin eje,
se citaban en secreto los amantes  entre la noche y el día,
Para abrazarse  a escondidas, de puntillas sobre las tres Marías.

Autora: Ariel