lunes, 29 de diciembre de 2014
sábado, 27 de diciembre de 2014
EXISTENCIA ABSTRAÍDA
Tanto y Nada…
De nada tanto más se hacía,
sin tanto cada vez más vacía.
Diurna desconsolada,
bitácora prometida;
noctámbula en consorte,
falacia prometida.
Claudicaba en la oda al verso
y en su verso de amor se moría.
Venas de inclemencia en líneas desleídas.
Seca furibunda, tanto más lejana
tanto más cerca su condena padecía.
Tanto y Nada…
De nada tanto más se vestía
y sin tanto desnuda desfallecía.
Mostacillas de filigrana,
despuntaba dormida;
alveolos truncados,
desmembraban su ira.
De canto cortaba transverso su aire
y en su filo se reflejaba abatida.
Goteaba litio la oscuridad entristecida.
Ausente figurada, tanto más lejana
más de cerca su razón se perdía.
Tanto y Nada…
De nada tanto más se veía,
sin tanto al final
solo desparecía.
Autora : Ariel
viernes, 26 de diciembre de 2014
sábado, 20 de diciembre de 2014
Y SI HABLAMOS DE AMOR...
Dicen que no se puede amar en dos días o en tres o tal vez
en cuatro. Que nadie puede amar en tan
poco tiempo a nadie y que si lo dices pecas de mentiroso. Que para amar se necesita tiempo para conocerse, para ver que
nos gusta del otro y que no, o para ver si en verdad se es compatible con la
otra persona para que pueda surgir un sentimiento.
Pero como podemos creer que el Amor se pueda medir en tiempo
o espacio, si el tiempo en si no existe.
Para lo que a unos un minuto pueda ser eso un minuto, para otros puede ser años
luz. Entonces… ¿Cuánto equivaldría tan solo una mirada o un suspiro? En verdad
creemos que el corazón sabe de tiempos o quizás sabe mucho más que nosotros
mismos, porque no está coaccionado por ningún concepto inducido.
Dicen que no se puede sentir Amor por aquello que no podemos tocar, oler o saborear; que es tan
solo una ilusión de tus mismos deseos de aquello que necesitas tener o sentir.
Según este razonamiento no se puede amar si no acariciamos el cuerpo, o no saboreamos los besos y mucho
menos si no lo olemos para ver que esencia tiene aquello a lo que le
entregaremos nuestro amor. Entonces me pregunto… ¿El amor se toca, se saborea o
se huele o tan solo se siente? Y desde allí se comienza a tocar, a saborear y a
oler.
Dicen que no se puede sentir Amor más que por una persona. O
sea que una vez que la encuentras, te enamoras y es para toda la vida. Y como
el corazón podría entender eso, que solo está destinado a amar a un solo ser y
si ese amor se termina es difícil que vuelva a amar otra vez. O como en esta
sociedad tan obtusa alguien podría entender que se puede amar a más de una
persona a la vez. El amor no entiende de razones ni de imposiciones, tan solo
vibra y cuanto más lo hace más se expande. De no lograr entender esto vienen
los celos, las culpas y las envidias. El amor es tan solo eso amor, puede
sentirse en mayor o menor vibración pero jamás dejará de ser amor.
Cuando entendamos que somos un todo y que todos estamos
conectados en este mundo y fuera de él, como eslabones de una misma cadena
destinados a los mismo a amar. Y cuanto más nos amemos a nosotros mismos,
veremos que el sentir viene de dentro y que necesita que lo expandamos para
poder vivenciarlo.
Dicen que si buscas a quien darle tu amor es por la necesidad de sentirte querido y en
defensa de esto diré, que el que sabe lo que es el amor porque lo ha vivido en
todas las instancias posibles ya no puede vivir sin dar y gritarlo.
Dicen que si amas debes retener al ser amado, mantenerlo sea
como sea tu lado para que ese amor perdure. Si amas lo harás por encima de todo
hasta de ti mismo y con esto me refiero a que no dejarás que tus propias
necesidades encarcelen al otro ser, porque sino eso sería querer y ahí entraría
nuestro ego en juego. El amor no ata ni encarcela, el amor libera y en la
partida ama más que nunca y es feliz al ver el vuelo del otro.
A veces creo que soy de otro planeta, pero luego voy encontrando
a otros que aman como yo, fuera del tiempo, del espacio, a todo ser que me
rodea.
Me enamoro cada día de esta vida y amo sin poder callarlo,
en un grito que rompe todos los silencios y viaja a la velocidad de la luz.
Te amo a ti, si a ti y a él y a aquel que aún no conozco;
amo la tierra, el cielo, el sol, la luna, los árboles, las piedras, a todo como
un todo y en él me amo yo misma.
Todos estamos aquí
por una razón y en una búsqueda incesante, pero ese es otro tema y lo dejaré
para el siguiente escrito.
Los ama Ariel
http://mardepoesia.ning.com/grupos/el-divan-de-ariel/forum/y-si-hablamos-de-amor
lunes, 15 de diciembre de 2014
sábado, 13 de diciembre de 2014
Una Navidad como cuando vivía Mamá
Hoy será Navidad, pero en mi casa hace años que ya no se
festeja. A pesar de que mis hermanos, Miguel y María, aún son pequeños, sé que
nuevamente les espera un día normal y corriente.
Desde hace tres años cuando murió mi madre todo cambió, mi
padre ya no adorna la casa como solía hacerlo y a la hora de la cena de noche
buena nos deja solos para irse al bar. Cuando regresa viene con olor a alcohol
y tan mareado que solo puede llegar a su cama.
Revivo estos pensamientos mientras me mezo en la silla de mi
madre e intento traer a mis recuerdos cada detalle de las navidades junto a
ella. Mis hermanitos eran muy pequeños y no pueden recordarlo, por lo tanto no
saben lo que es esa noche, todos reunidos en familia. Parece como si la
estuviera viendo con su delantal floreado, guisando cosas ricas en la cocina.
El olor de la carne en el horno y la salsa de la receta de la abuela, me
invaden todos los sentidos. La mesa tan impecable puesta con las decoraciones
con velas rojas. Todos juntos riendo y cantando villancicos al lado del árbol
lleno de regalos. Y luego de las doce ella los repartía y nos miraba con
ilusión al vernos abrirlos. Después, se sentaba con los tres al lado del fuego
para contarnos historias del espíritu de la navidad mientras, mi padre tocaba
el violín con sus ojos llenos de felicidad. Nunca más volví a ver ese brillo en
sus ojos desde aquel día fatídico.
Ese día cuando ella partió me dijo: -Helena, recuerda
siempre que yo viviré en tu corazón.
Esas palabras resonaban mas que nunca en mi mente y de
repente sentí un calor intenso en mi pecho. Corrí al desván fui por el árbol y
los adornos y decoré la casa lo más rápido que pude antes que mi padre se
levantara de su siesta para irse al bar. Busqué la receta de la abuela y tuve
suerte de encontrar carne en el congelador. Mientras preparaba la cena tendí la
mesa con los mismos detalles que ella lo hacía. Sólo me faltaban los regalos,
así, que tomé cosas de mi habitación que a mis hermanos les encantaban y las
envolví para regalo. Y para mi padre envolví su violín que esperaba guardado
hace años en un baúl. Llamé a mis hermanos y les dije que se vistieran para una
fiesta. Yo sólo llevaría de gala el delantal floreado de mamá. Sus caritas de
asombro al ver la sala eran impagables.
Y de pronto se levantó mi padre y al ver todo el preparativo
se puso a llorar, me abrazó y me dio las gracias.
Esa noche tuvimos una navidad como cuando vivía mamá.
Mientras abrían sus regalos yo les contaba sus historias y mi padre tocaba su
violín con ese brillo nuevamente en sus ojos.
Dedicado a mi Madre.
Autora: Ariel
lunes, 8 de diciembre de 2014
viernes, 5 de diciembre de 2014
Suscribirse a:
Entradas (Atom)