Cuando caiga la compañía
de la fría noche
me taparé con las sábanas de tus pupilas.
El verde de tu esperanza será quien me arrope
para tamizar la arena , que no me permite verte.
Ahogaré los deseos que profanan la absolución de tus besos
para hundirme en la angustia que fragua en tu pecho.
Mitigaré la desdicha,
solo entre el aroma de tu pelo,
aletargada entre las acacias tenderé nuestro lecho.
Inhumaré las desidias en el camposanto de lo eterno
para tocar en braille,
en los papiros de los cuerpos.
Compón con mis teclas
la última melodía de tu piano,
para que bailen los cisnes
en el lago de las mejillas.
Clausura las grietas no dejes me arrebate el viento,
encadéname al instante un segundo antes de perdernos .
La anunciación de mi cielo será tu octava maravilla
donde la palabra bendita resuene entre los clarinetes.
Guardaré en tu pañuelo los diamantes de miradas ausentes
bajo una misma luna , dormirán los amantes silentes.
En la góndola del preludio , partirán nuestras almas
para entregar mi pureza que se escribió en tu nombre.
En el despertar del adiós , dejaré en tu almohada mis
nomeolvides
para que en sueños nuevamente me traigan tus recuerdos.
Autora: Ariel
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Belísimo tu poema, Ariel. Felicitaciones. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias mi querida María Rosa , un beso enorme . Ariel
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