JAQUE A LA REINA

Una vela en la ventana invita a lo prohibido 

Labios que se muerden donde se fragua el secreto.

Preámbulo que se anuncia en la antesala de las piernas

Perfume que no disimula su ansia corrompida.

A hurtadillas noctámbulo, en los pies su miel lame

La mirada de la mente que desnuda el inconsciente.

Tocando los violines de unos muslos que  estremecen 

Esclavitud en derroches, que el capricho hizo su antojo.

Enterrando la frente en su páramo, abrió las puertas

Comiendo del grito que se exhala en su nombre.

Sube al cielo recostado en la madre selva de su vientre

Para beber del cuenco de su ombligo, su lozana algarabía

De los surcos que las uñas navegan por su espalda

Tirando la cadena del vasallo a sus aposentos.

Son dos rosas que se clavan, como espinas en su lengua

Una gota de sudor de su  mar, en el que se alimenta.

Tiembla la llama en el giro acompañando a su cintura

Por debajo de la enagua se corto hasta el aliento.

Jaque a la reina se quebró, en la piel de su tablero

El ruego declamo en el oído, otra partida del voraz juego.

Autora : Ariel